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El uso del sistema IQ-Tip puede reducir la incidencia de punciones lumbares traumáticas en pacientes pediátricos con leucemia

Nuestro reciente estudio clínico de un solo grupo de 150 procedimientos de punción lumbar (PL) de 50 pacientes pediátricos con leucemia linfoblástica aguda (LLA) mostró que el uso del sistema IQ-Tip se asocia con una incidencia del 17 % de punciones lumbares traumáticas (PLT). (Långström et al. 2022). Además, si el procedimiento tenía éxito en el primer intento, como ocurría en el 80% de los procedimientos, la incidencia de PLT era del 11%.

En nuestros datos de referencia que comprenden 2507 procedimientos de PL de 250 pacientes pediátricos de hematoncológica, la incidencia de PLT fue del 32 % (Sievänen et al. 2022).

Las punciones lumbares traumáticas son habituales en la práctica clínica.

Según la literatura científica, la incidencia media de PLT recopilada a partir de datos almacenados de casi 22.400 pacientes pediátricos hematoncológicos es del 20% (Gajjar et al. 2000, Howard et al. 2002, Burger et al. 2003, Rech et al. 2005, Te Loo et al. 2006, Marwaha et al. 2010, Cancela et al. 2012, Totadri et al. 2015, Shaikh et al. 2014, Pieters et al. 2016, Sievanen et al. 2022). En estudios individuales, las incidencias informadas de PLT varían mucho, desde el 1% (Marwaha et al. 2010) hasta el 37% (Cancela et al. 2012). El criterio de PLT es 10 o más eritrocitos/μL en la muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR), lo que se ajusta a la definición estándar en hemato-oncología pediátrica.

Las punciones lumbares traumáticas aumentan el riesgo del paciente de sufrir eventos malignos

En promedio, las células blásticas están presentes en el 59% de las muestras de LCR obtenidas de procedimientos traumáticos de PL de pacientes pediátricos con LLA al comienzo de su quimioterapia intratecal (Gajjar et al. 2000, Burger et al. 2003, Te Loo et al 2006, Shaikh et al. 2014, Pieters et al. 2016). En estudios individuales, las incidencias informadas de PLT con blastos oscilan entre el 39 % (Te Loo 2006) y el 80 % (Pieters et al. 2016).

Se sabe que los blastos en la muestra de LCR y una PL traumática aumentan el riesgo de eventos malignos (recaída de la enfermedad, otras neoplasias malignas secundarias o muerte) (Gajjar et al. 2000, Burger et al. 2003, Te Loo et al 2006, Shaikh et al. 2014, Pieters et al. 2016) en comparación con pacientes cuyo procedimiento de PL no fue traumático y no hubo blastos en la muestra de LCR. Dado que las prácticas terapéuticas de los pacientes pediátricos con LLA han cambiado durante las últimas décadas, la siguiente especulación sobre neoplasias malignas potencialmente prevenibles con el uso del sistema IQ-Tip se basa en los dos estudios más recientes que informan datos de seguimiento de al menos cinco años de supervivencia libre de eventos (Shaikh et al. 2014, Pieters et al. 2016). En estos estudios, el mayor riesgo de neoplasias malignas afectó aproximadamente a dos de cada 10 pacientes, cuyo procedimiento diagnóstico de PL fue traumático y la muestra de LCR contenía blastos.

¿Aparente potencial de ahorro de costos a largo plazo con el uso del sistema IQ-Tip?

Supongamos que pudimos reducir a la mitad la incidencia general de TLP del 20% al 10% mediante el uso del sistema IQ-Tip en los procedimientos críticos de diagnóstico de LP en pacientes pediátricos con LLA. Entonces, la proporción de procedimientos de PL traumáticos y contaminados por blastos se reduciría al 5% y un niño adicional de cada 100 niños con LLA sobreviviría a la LLA sin futuras neoplasias malignas, como recaídas de la LLA, neoplasias cerebrales o incluso la muerte. Si trasladamos estas cifras especulativas al nivel europeo, donde el número anual de nuevos casos de LLA pediátrica supera los 5000 (Namayandeh et al. 2020), más de 50 niños sobrevivirían a la LLA cada año sin futuras neoplasias malignas. Para prevenir una neoplasia maligna asociada a PLT a largo plazo, necesitaríamos realizar 100 procedimientos de diagnóstico de PL utilizando el sistema IQ-Tip y asumiendo su capacidad para reducir a la mitad la incidencia de PLT. Los costes aproximados de estas neoplasias malignas varían desde los costos del tratamiento de una neoplasia que corresponden a unos 10.000 euros hasta el precio estimado de una vida perdida que corresponde a varios millones de euros. A modo de comparación, el costo medio del tratamiento de la LLA es de unos 200.000 euros. El costo de utilizar 100 agujas IQ-Tip para prevenir una de estas neoplasias malignas sería de unos 10 mil euros. Esto implica ahorros reales en los costos del tratamiento.

Table 1.

La Tabla 1. muestra el ahorro anual de costos estimado en países europeos seleccionados debido a las neoplasias malignas prevenidas. Las incidencias de ALL en diferentes países se obtuvieron del estudio de Katz et al (2015). Se pueden anticipar ahorros incluso diez veces mayores. Obviamente, los ahorros previstos no son inmediatos, pero a largo plazo pueden ser sustanciales para el sistema de atención médica y la sociedad.

*El precio unitario de la aguja IQ-Tip (cable incluido) se supone 100 €

** Se supone que el costo medio del tratamiento de una enfermedad maligna evitada es de 100.000 €.

La cefalea post punción dural (CPPD) es una complicación común de la punción lumbar.

 

Gastos relacionados con la cefalea post punción dural (PDPH) en Finlandia y posibles ahorros de costos al utilizar el Sistema Injeq IQ Tip

Este cálculo muestra las oportunidades de ahorrar costos en punciones lumbares en relación con el tratamiento con CPPD cuando las punciones lumbares se realizan con el producto IQ Tip. El cálculo se basa en los siguientes artículos de investigación: Arevalo‐Rodriguez, I., et al. (2017).

Diseños de punta y calibre de aguja para prevenir la cefalea pospunción dural (CPPD). Base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas, (4). Este artículo de investigación muestra una incidencia del 24% de CPPD cuando se realiza una punción lumbar con una aguja 22G.  Långström, S., et al. (2022). La aguja espinal de bioimpedancia proporciona un alto éxito y una baja tasa de complicaciones en las punciones lumbares de pacientes pediátricos con leucemia linfoblástica aguda. Informes científicos, 12(1), 6799. Este artículo de investigación muestra una incidencia de CPPD del 6% cuando la punción lumbar se realiza con el sistema IQ-Tip con aguja de 22G.

En Finlandia hicimos una media de 4927 PL al año entre 2010 y 2020, según las estadísticas del THL (Instituto Finlandés de Salud y Bienestar). Según las incidencias presentadas en los artículos de investigación, el número de casos de CPPD fue de 1.182 en promedio. Esto significa que si podemos alcanzar la incidencia del 6% de PDPH utilizando el sistema IQ-Tip evitaríamos 886 casos de CPPD por año en promedio.

Como el tratamiento de CPPD varía y la relación entre PL y CPPD varía, no podemos deducir del número de casos de PL el número necesario de parches sanguíneos epidurales (EBP) como lo indica la figura anterior. El mayor número de LP no se correlaciona con el número de EBP. Lo que podemos decir es que en caso de que podamos reducir la cantidad de CPPD, podemos reducir significativamente los costos del tratamiento como el día de tratamiento en el hospital que está en el mismo rango que los costos de EBP. En algunos casos, el tratamiento de la CPPD requiere tanto hospitalización como EBP. Además, algunos pacientes pueden necesitar varios días de baja laboral por enfermedad debido a un CPPD debilitante que generaría costos sociales sustanciales.

El costo total de todos las PL al año en Finlandia es de aproximadamente 2,1 millones de euros (4927 PL * 435 €/PL). Si estimamos que el costo del IQ-Tip es 70€ más alto, el costo total del tratamiento es de 2,49M€. Este sobrecosto de 344.890€ se puede ahorrar con 648 EBP menos o menos días de hospitalización. Según las estimaciones anteriores, el Sistema IQ-Tip podría reducir la incidencia de CPPD de 1182 a 296 casos por año. Por supuesto, este cálculo tan aproximado no toma en cuenta los costos sociales ni la experiencia y el bienestar del paciente, solo los costos de tratamiento asociados. Sin embargo, lo más importante es evitar daños adicionales a los pacientes.